EL ALIMENTO DEL ALMA
Cuando las cosas salen mal
Cuando las cosas salen mal
Como a
veces suelen ir
Descansar
acaso debes
Pero nunca
desistir.
Ruyard Kipling
Esta es
parte de una poesía encontrada en la caja fuerte de un tío que al fallecer su
familia encontró.
Mi tío es
la imagen en la infancia, de lo que es un hombre autosuficiente,
valiente y brutalmente fuerte. Físicamente podía sacar una nuez de su cáscara
con una sola mano, podía doblar una corcholata
con solo dos dedos y también podía doblar una lata de cerveza cuando las latas
eran de hojalata y no de aluminio como son ahora. Me parece que los que lo
conocimos algo o mucho nunca hubiéramos imaginado que alguien que siempre libró
obstáculos retadora y temerariamente aquilatara como un tesoro algo tan poético
y verdadero.
Todos
necesitamos de apoyos, los mas sabios, los mas fuertes, los mas inteligentes,
los mas ricos, todos necesitamos de algún apoyo, de algo y alguien en quien que
confiar; puede ser la fe y esperanza de una vida después de esta, puede ser la
perpetuidad de nuestro paso por este mundo a través de nuestras obras, legados
o hijos, puede ser apoyarse en la sabiduría de los demás, en la belleza de un
paisaje o poema, tal como lo hizo él.
Es condición
necesaria del ser humano conseguir apoyos e inputs que lo enriquezcan, a nuestro cuerpo le damos alimento y cuidado (algunas
veces) a nuestra mente la podemos nutrir con conocimientos y algunos ejercicios
como la lectura pero ¿como nutrimos nuestra alma? ¿Cómo podemos reiniciar
nuestro espíritu y alma luego del cansancio y desgaste de todos los días?
Cierto que
algunos tenemos la fortuna de ya conocer algunos botones que disparan lo mejor de nosotros o nuestros demonios; en mi
caso los demonios son desatados por la injusticia, por las películas con finales
tristes, por ver a mis seres queridos mal o por la gente que no es congruente
entre lo que hace, dice y piensa; los
botones mágicos que despiertan lo bueno de mi son la música, acudir los
domingos a mi actividad matutina, salir a cenar con mi esposa o simplemente
conversar con ella y también reunirme
con mis amigos en nuestro grupo "de rezo" y para tomar dos cervezas en un restaurante.
Pero y ¿el
alimento del alma?, ese alimento es algo que estoy descubriendo y espero de corazón
que me lleve toda la vida.