viernes, 22 de febrero de 2013

CUANDO SE QUIERE ...


“Cuando se quiere …”

Vámonos, mi papa se siente mal!
Era el 6 de Enero, día de reyes pero no pudimos celebrar, ¡era necesario tomar acción!

Recogimos a mi suegro y a la clínica, efectivamente ingresado a urgencias por problemas en el corazón, la escena era muy parecida a la sucedida hacia tan solo 3 años, la enorme diferencia es que a este señor yo la conocía mucho mas, después de 3 años de matrimonio los lazos entre mi suegro y yo son muy firmes, compartíamos en común muchas cosas.
El tiene una hija que adora, yo también,

El está dedicado a su familia y su trabajo, yo también.
Su relación con DIOS está por encima de la iglesia, parecería que sus vínculos son directos, me parece que los míos también.

El sabe mucho de medicina, es médico y dermatólogo, y yo; digo saber de medicina pero en realidad soy un ignorante sobre el tema, soy administrador.

Su filosofía de la vida y forma de pensar es tan parecida a la de mi padre, quien dicho sea de paso también es médico y otorrinolaringólogo.
Acción, un cardiólogo!, es necesario sacudir verbalmente a un par de enfermeras quienes mas bien parecían que trabajaban en el departamento de quejas de un comercio que en el de URGENCIAS de un hospital, el cardiólogo que lo atendió hace 3 años no está, es domingo solo se localizan los Doctores jóvenes, quienes están en construcción de un nombre, un prestigio y una carrera, afortunadamente responde el Medico cardiólogo PG, casualmente hijo de un Dr. Otorrinolaringólogo muy amigo de mi padre.

Se quedará un día me dijo, se volvieron 3.
Ese domingo varios médicos lo vieron, me llamo la atención uno muy joven quien por la tarde al ver los monitores y escuchar su corazón puso esa miradita que dice más que mil palabras, platique con él y me dijo que iba a localizar al cardiólogo de nuevo y así lo hizo, este buen médico aparecería en nuestras vidas unas semanas más tarde.

Muchas medicinas, insomnios  preocupaciones pasaron en 15 días, a la semana de ese 6 de enero una prueba salió mal, nos parte el alma, levantamos el ánimo y acción a lo que sigue;  a los 15 días confirmado hay que operar y poner un marcapaso.
Operación lunes 28, cumpleaños de mi esposa, estuve presente lo mas que mi tiempo y mi trabajo me permitían pero no en el momento de la operación, la cirugía fue a las 9 am y yo pude llegar a las 11 am. Me estaciono, camino, casi corro hasta el cuarto 208, llego respiro profundamente y toco a la puerta, cuando entro y lo veo sonriente, me invadió una indescriptible felicidad, alguna broma me habrá dicho que no recuerdo porque  yo estaba intentando de contener el llanto, ese llanto que no se puede evitar y que sale sin más remedio, ese llanto sanador que dice por fin, esto ya se remedió  …….   Me cae el veinte inequívoco que demuestra, restriega y define lo mucho que se quiere a alguien.

Después de esa breve demostración de amor vuelvo a mi forma estándar, acción, ¿que sigue?, ¿como se cuida?, ¿cuando es la siguiente cita? etc.
Cuando todo parecía perfecto, tan solo 8 días después de la operación el lunes 4 de Febrero día de asueto en México en la tarde una llamada, mi suegro se cayó bajando las escaleras en su casa cuando iba a atender a un paciente, lo auxilia valientemente Esmeralda, la muchacha que ayuda en la casa y ha sido compañera de la familia de mi esposa por muchos años y en situaciones verdaderamente difíciles

Acción, al auto, lo recogimos y a la clínica, nos recibe aquel doctor de la mirada que dice más que mil palabras y le pregunto ¿Cómo lo ve? su respuesta es alentadora, “si esto es producto de solo un resbalón, esto no es nada. No se preocupe todo el tiempo hacemos esto aquí en urgencias” yo le pido “déjalo bien porfa, intenta que no le quede huella”.
Efectivamente lo clínico ya no era problema, el asunto es que él en verdad ama su profesión, ese lunes ya había sacado su ropa limpia, impecablemente planchada para acudir a su primer día de trabajo el martes luego de casi un mes de estar “inactivo” a sus 76 años.

Esta semana la batalla fue contra la desilusión, la incertidumbre y el aburrimiento, afortunadamente mañana el dermatológico de Mérida volverá a contar con el Dermatólogo que más quiere su carrera, Mi queridísimo Dr. CHIQUITIN.

“LA VIDA ES UNA CELEBRACION”