EL AMIGO DE MI PAPÁ
Yo también, como mi papá, tengo un AMIGO, alguien con quien
he compartido mucho más que un viaje.
No tiene nada que ver la frecuencia con la que nos vemos, o
las edades de nuestros hijos, o las escuelas donde estudian ellos, es una
amistad especial.
El mejor amigo de mi papá y su familia siempre están con
nosotros, algunas veces presentes en lo físico y otras en nuestra mente y
recuerdo. Es difícil encontrar en mi memoria algún viaje en el que ambas
familias no estuviéramos juntos. Muchas veces otras familias nos acompañaron pero siempre
nosotros y la familia del amigo mi papá
fuimos hermanos y socios. Les
puedo platicar de viajes a Campeche, Cancún, Chetumal, Agua Azul, Palenque,
Guatemala, Miami y varios más. Hubieron viajes en auto, en camión y en avión,
pero siempre las dos familia unidas.
Como situación poco común, en el verano nunca viajábamos
porque mi papá y su amigo gozaban de la playa como pocos. Del baño de mar no puedo
escribir porque desconozco las palabras que pudieran reflejar el gozo de ambos
por meterse al mar y pasar las horas remojados, nadando, platicando y escapando
de las olas cuando el mar se picaba.
Su casa estaba a la derecha de la nuestra en la playa, estábamos
juntos y son incontables las noches y días de platica, juegos en la arena, loterías
y pescas de esos veranos que ambas familias disfrutamos, nunca en más de 40
años escuche alguna diferencia entre ellos, ambas familias siempre pendientes
del prójimo.
Mi papa y su mejor amigo comparten profesión: son médicos. Nuestras
MAMÁS (mamá siempre debería ir con mayúsculas) amas de casa dedicadas al 100% a
sus hijos y esposo, con nada más importante en la vida que mantener a la
familia unida, educada y feliz. Del pastel de fudge de mi tía mejor ni les
cuento, se les haría agua la boca.
Nuestras familias son socias, como mencioné alguna líneas
arriba, nunca tuvimos negocios juntos pero si somos socios en la amistad, en la
hermandad, en los valores que nuestros padres nos dieron, en el ejemplo
valiosísimo de la amistad de nuestros papas y de nuestras MAMÁS, de la
prudencia, de la educación, del respeto por los tiempos y espacios de todos, en
eso sí que somos socios.
Porque la vida es como Dios manda, estamos aceptando algunas
cosas muy difíciles de entender, algunos se han adelantado pero siempre y más
en el verano nos sentimos muy unidos, nos veamos o no.
Nunca las vacaciones serán lo mismo, se les extraña
profundamente, mis papás, mis hermanos y yo presumimos de tener a sus hijos y
familias como familia, por fortuna a la izquierda de esa misma casa en la playa
yo tengo otro amigo como el de mi papá y una de las herencias que quisiera
dejar algún día a mi hija es algún amigo como es mi tía Mechita de mi MAMÁ y mi
tío Raúl de mi papá...