50 y 18
Con el año nuevo siempre llegan buenos propósitos y
reflexiones, caigo de pronto en la cuenta que el pasado mes de septiembre, hace
algunos meses he cumplido 50 años, número complicado en edad para los hombres.
Edad en la que yo he evaluado más que de costumbre a
dónde lleva este camino y si la velocidad en la que tránsito en él es la
adecuada o ha llegado el momento de ser más cuidadoso con la máquina que me ha
acompañado en esta travesía.
Edad complicada en la que es necesario trazar nuevas
metas, es necesario revisar de ahora en adelante más el hardware que el
software. He dedicado muchas horas a prepararme, a estudiar, trabajar,
practicar y a compartir ese software por más de 14 años de docencia lo que
muchos buenos maestros y la experiencia de vida me han enseñado, pero
definitivamente no he sido igualmente cuidadoso con el hardware.
Edad en la que no debo continuar poniéndole a la
máquina la misma cantidad y calidad de combustible porque no es sano y ya han
transcurrido muchos kilómetros en 50 años.
Maravillosa edad en la que llega la hora de empezar
a dibujar el futuro, edad en la que quieras o no, te alcanza la responsabilidad
(muy temprana en mi opinión) y te conviertes en un adulto para todos.
Porque la vida es como es, ella ha sobrepasado
varias cosas que no cualquiera a su edad ha tenido que sobrellevar.
Tiene una particular sabiduría para conducirse por
la vida que muchas veces me encantan observo con una sonrisa y otras pocas me
preocupan un tanto, pero siempre confió en que podrá con eso y más.
Me gusta lo practica y objetiva que es y como
algunas batallas decide no tomarlas por ahora porque no tienen ningún caso y
espera no muy pacientemente a que llegue el momento.
Los obstáculos o barreras de la vida casi siempre se
pueden brincar, lo más difícil es intentarlo. Ya tomada la decisión de
intentarlo y hacerlo más de la mitad del éxito está asegurado.
A los 18 años uno puede equivocarse, volverse a
equivocar y no pasa nada, hay tiempo pero es indispensable aprovecharlo,
quisiera que me creas cuando te digo que un año no es nada, que todo tiene
solución menos la muerte, que enamorarse puede doler pero vale la pena un
millón de veces.
Que es necesario equivocarse, es parte del proceso
de aprender y de nuestro diseñó como humanos, si las cosas no salen a la
primera será necesario intentar caminos diferentes. Tristemente en verdad creo
que nuestro sistema social y educativo reprime eso al premiar sólo los éxitos y
no los intentos.
Quisiera que algunas cosas no te tomes tan en serio
porque luego en algún momento ya no será opcional.
Creo que eres muy afortunada porque toda la gente
que te rodea te quiere sin condiciones.
Algo que pocos adolescentes y adultos de 18 años saben es cuanto los quieren sus padres, solo lo sabrán si algún día deciden y tienen la fortuna de serlo.
TE JAVE