EL MUNDO CONVEXO QUE HABITAMOS: (Parte II)
¿Así de terrible?
¿Así de terrible?
Si,
así de terrible. El tiempo nos saca de esta franja dinámica y nos metemos año
con año en una línea menos activa hasta parecer ser estática, empezamos a vivir
en un mundo que ya no mueve las cosas, llamémosle el mundo convexo.
En el mundo convexo vestirse como los demás
parece ridículo, ya no hablamos como habla la gente dinámica, ya no nos parece
las nuevas formas de relacionarse, ni que decir de la forma de divertirse.
En el mundo convexo parece una aberración
hablar del amor virtual, del poliamor, del cibersexo; nos parece terrible que
para divertirse sea necesario ir a varios lugares en una misma noche porque uno
no basta. No entendemos lo que es una
pre (fiesta) o un after. Es terrible ver que para divertirse en la playa no
basta con nadar en el mar, es indispensable un vehículo acuático, pescar en la
playa es de locos y aburrido. Pedir un favor a un joven debería de corresponder
a una recompensa ya sea por arreglar el jardín o por pedir que limpien su
cuarto.
En nuestro mundo convexo los autos se mueven
más rápido, los que los conducen cada vez son más estúpidos, los aparatos
electrónicos cada vez son más complejos e ineficientes y parece que los
necesitamos menos.
En este mundo convexo en el cual empiezo a
vivir existe una parte con un sabor sin igual, la parte buena, la mejor parte
de la vida, la parte maravillosa de esta edad es que en verdad hago lo que
quiero hacer y no me importa lo que la
gente pueda pensar de mi. Si, en mi mesurado manejo se atraviesa un niño lo más
importante es frenar para que recupere su pelota y pueda
seguir jugando y la alabanza a
Dios por no haber sucedido nada malo es automática.
Me ha dejado de preocupar que se me caiga
el pelo, lo poco que queda da igual si se cae o no, la insistencia con el
ejercicio se ha vuelto un asunto más de salud que físico, si quiero bailar
bailo, solo o con mi mujer, no quiero bailar con nadie más. Conmigo bailo
porque me simpatizo y con mi mujer porque la amo.
Si quiero cantar canto y grito como si
fuera un Rockstar, los que somos estrellas de rock no nos importa cuánto
publico nos escucha. Voy a donde quiero ir, de las invitaciones que recibo solo
acepto las que verdaderamente me darán alegría, satisfacción, gusto, libertad,
un sabor espectacular o me harán llorar de la risa.
No me interesan los viajes en excursiones,
viajo cuando puedo y quiero y con quien me quiere y quiero. He entendido que la
vida es solo algo temporal, que desde que nací tengo más de lo que me puedo
llevar. Que la temporalidad y el espacio son problemas de los humanos, después
de esta vida estarás donde quieras con quien quieras y todo a la misma vez y en
varios lugares al mismo tiempo si así lo deseas.
Todas las incógnitas que tenemos sobre el
futuro son limitantes de esta vida y ninguna será importante para lo que sigue.
En verdad es maravilloso no estar en
competencia con todos, con los amigos, en la empresa, en la escuela hasta en la
misma familia, en esta edad ya no importa ser el primero, el mejor o el más
inteligente lo único que importa es ser el más feliz que yo mismo puedo ser.
¡Bienvenido el mundo convexo!
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