jueves, 11 de octubre de 2012

EL MUNDO CONVEXO QUE HABITAMOS: (Parte II)


EL MUNDO CONVEXO QUE HABITAMOS:  (Parte II)

¿Así de terrible?
 Si, así de terrible. El tiempo nos saca de esta franja dinámica y nos metemos año con año en una línea menos activa hasta parecer ser estática, empezamos a vivir en un mundo que ya no mueve las cosas, llamémosle el mundo convexo.
 
En el mundo convexo vestirse como los demás parece ridículo, ya no hablamos como habla la gente dinámica, ya no nos parece las nuevas formas de relacionarse, ni que decir de la forma de divertirse.
En el mundo convexo parece una aberración hablar del amor virtual, del poliamor, del cibersexo; nos parece terrible que para divertirse sea necesario ir a varios lugares en una misma noche porque uno no basta.  No entendemos lo que es una pre (fiesta) o un after. Es terrible ver que para divertirse en la playa no basta con nadar en el mar, es indispensable un vehículo acuático, pescar en la playa es de locos y aburrido. Pedir un favor a un joven debería de corresponder a una recompensa ya sea por arreglar el jardín o por pedir que limpien su cuarto.
 
En nuestro mundo convexo los autos se mueven más rápido, los que los conducen cada vez son más estúpidos, los aparatos electrónicos cada vez son más complejos e ineficientes y parece que los necesitamos menos.
 
En este mundo convexo en el cual empiezo a vivir existe una parte con un sabor sin igual, la parte buena, la mejor parte de la vida, la parte maravillosa de esta edad es que en verdad hago lo que quiero hacer y  no me importa lo que la gente pueda pensar de mi. Si, en mi mesurado manejo se atraviesa un niño lo más importante es frenar para que recupere su pelota y  pueda  seguir jugando y  la alabanza a Dios por no haber sucedido nada malo es automática.
 
Me ha dejado de preocupar que se me caiga el pelo, lo poco que queda da igual si se cae o no, la insistencia con el ejercicio se ha vuelto un asunto más de salud que físico, si quiero bailar bailo, solo o con mi mujer, no quiero bailar con nadie más. Conmigo bailo porque me simpatizo y con mi mujer porque la amo.
 
Si quiero cantar canto y grito como si fuera un Rockstar, los que somos estrellas de rock no nos importa cuánto publico nos escucha. Voy a donde quiero ir, de las invitaciones que recibo solo acepto las que verdaderamente me darán alegría, satisfacción, gusto, libertad, un sabor espectacular o me harán llorar de la risa.
 
No me interesan los viajes en excursiones, viajo cuando puedo y quiero y con quien me quiere y quiero. He entendido que la vida es solo algo temporal, que desde que nací tengo más de lo que me puedo llevar. Que la temporalidad y el espacio son problemas de los humanos, después de esta vida estarás donde quieras con quien quieras y todo a la misma vez y en varios lugares al mismo tiempo si así lo deseas.
 
Todas las incógnitas que tenemos sobre el futuro son limitantes de esta vida y ninguna será importante para lo que sigue.
 
En verdad es maravilloso no estar en competencia con todos, con los amigos, en la empresa, en la escuela hasta en la misma familia, en esta edad ya no importa ser el primero, el mejor o el más inteligente lo único que importa es ser el más feliz que yo mismo puedo ser.
¡Bienvenido el mundo convexo!


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