miércoles, 3 de octubre de 2012

EL MUNDO CONVEXO QUE HABITAMOS: (Parte I)


EL MUNDO CONVEXO QUE HABITAMOS: (Parte I)

Cuando era estudiante en varias ocasiones escuché o presencié la escena del empleado mayor de 45 que era despedido por uno más joven, o la secretaria ya no tan vigente que era “promocionada” a operar el archivo de la empresa, o el maestro mayor que era reasignado a la biblioteca.
 
También era común ver como las personas al adquirir experiencia, o envejecer (depende del cristal con que se mire) iban perdiendo su brillo, su vitalidad; sus ideas iban perdiendo valor por tener cada vez menos escuchas, en una sola palabra con el tiempo pareciera que el ser humano pierde vigencia.
 
Siempre supe que algo tendría que hacer llegado el momento para que “eso” no me sucediera a mí y parecía que con estudiar, y leer mucho sería suficiente. Vestirse un poco mas juvenil de lo correspondiente según los cánones sería suficiente, con hablar como los más jóvenes que yo sería suficiente.
 
Lejos de lo que sucede en el mundo de las empresas y los empleos en México, país en donde luego de los 40 no existe posibilidad de emplearse dignamente con un potencial de crecimiento y desarrollo, cada vez son más los países como China, Japón, Israel, Inglaterra y Francia en los que la experiencia es bien aquilatada, difícilmente se encontrara a un CEO o COO respetable menor de 40 años, ya que la sabiduría y prudencia que proporcionan los años  es bien valorada. 
 
Quiero tocar el tema fuera del mercado laboral que es el más común y el que menos nos debiera preocupar a los 45 años de edad, y es que lo que  realmente sucede, es que el mundo en verdad es de los jóvenes como dice la frase muy trillada, pero no de los adolecentes de 15 o 20 años (porque hoy se puede ser adolecente  hasta los 35), sino de los empresarios, emprendedores, políticos humanistas de 25 a 40 años, el mundo es de esta gente que produce, consume, y vive intensamente.  Muchos alumnos universitarios con sus 22 años han entendido que ya ha transcurrido el 30% de sus vidas, que les quedan dos terceras partes para hacer lo que desean con su vida, que no son tan jóvenes como algunos maestros les quieren hacer sentir. ¿Por qué entonces parece que al acercarnos  a los 50 el mundo cambia, el mundo se vuelve más acelerado, la gente deja de escucharnos tanto? ¿Por qué ya las cosas empiezan a cambiar tan rápido que parece que nos dejan atrás?
 
Simplemente con el paso del tiempo dejamos que el mundo nos aleje de su realidad. Imaginemos que la vida es una regla en movimiento en donde los centímetros son los años; mientras avanzamos entre los 20 a los 40 las cosas se mueven a la misma velocidad que nosotros, pero lo que en realidad sucede es que las cosas las movemos nosotros, por lo tanto no hay gran desplazamiento entre nuestro envejecimiento y la velocidad en la que transcurren las cosas en ese período.  

Sin embargo, fuera de ese rango  conforme crecemos nos salimos del grupo que es el motor conocido de este dinamismo de la vida, por lo tanto cuando estoy entre los 50 y los 60 ya no estoy en la parte de la regla que marca la etapa de los jóvenes, ya no estoy en ese momento de la vida que mueve al mundo es decir, no es que vayamos más lentos sino que esa parte dinámica de la vida que  siempre esta en aceleración nos deja atrás, y sin darnos cuenta empezamos a pertenecer prácticamente a otro mundo.

¿Así de terrible? 

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